La “Gorda” y el timo de la estampita

El denominado “timo de la estampita” forma parte del acervo cultural español, como una de las manifestaciones de la picaresca tradicional que mezcla desde tiempos inmemoriales cierta delincuencia de tono menor con el humor de nuestros más ilustres literatos. La expresión “timo” es un término más usual y llano de una clase de “estafa”, y tiene por sinónimos otros como el de “fraude”, “engaño”, y también el de “sablazo”, o “pufo”, en términos más coloquiales. En una de las variantes del “timo de la estampita” el denominado “timo del tocomocho”, la víctima es abordada por un estafador con supuestas escasas facultades mentales (el “tonto”). El tonto simula haber sido premiado en un sorteo de lotería, y exhibe a la víctima un billete o billetes de lotería premiados que lleva en un sobre, a los que no da demasiada importancia, y solo consigue repetirle dificultosamente que “¡toco mocho¡.. ¡toco mocho!”, (o sea “tocó mucho”). Entonces entra en escena un segundo timador (el “listo”), que convence a la víctima para que juntos engañen al tonto ofreciéndole una pequeña cantidad de dinero por sus “estampitas”. Después de entregar el dinero al “tonto”, la víctima recibe el sobre, pero cuando lo abre, en lugar de encontrarse los billetes de lotería premiados, encuentra recortes de papel, ya que los otros han hecho el cambiazo de forma imperceptible para la víctima (requiere de una cierta habilidad). Para ese momento, los estafadores ya están demasiado lejos, y la víctima ha perdido su dinero. Aunque es un timo algo pasado de moda, a veces siguen apareciendo episodios similares en páginas de sucesos.

La mitad de la “Gorda o Grossa” le “toca” a la Generalidad de Cataluña.

Por descontado que no puede hacerse una comparación lineal de este timo con la reciente Lotería catalana denominada “La Gorda” o” Grossa”, pero alguien ha llegado a buscar una cierta relación a raíz de ciertas informaciones periodísticas que requieren confirmación oficial, y en las que se anuncia que la mitad del premio gordo del 31 de Diciembre pasado (o sea “la Grossa”, el número 03473) ha recaído o “tocado” a la propia Generalidad, pues al parecer la mitad de los billetes del citado número no llegaron a venderse (o sea, que en realidad la Generalidad se ahorró el pago de, al menos, 3.000.000 €). Al mismo tiempo, las noticias insisten en que la Generalidad considera que ha conseguido recaudar en neto con este sorteo unos 5 ó 6 millones de Euros que se destinarán a gastos sociales; y que ante el éxito de este primer sorteo, piensa volver a realizarlo el año que viene. Conviene recapitular con cifras lo que realmente ha sucedido, y aclarar desde el principio que con este sorteo no se pretende que el premio de Lotería le toque siempre al organizador, en cuyo caso sí se convertiría desde luego, en una verdadera estafa.

En qué consiste la lotería “Gorda” o “Grossa de fin de año” en Cataluña

Esta lotería gestionada y ofrecida por la Generalidad de acuerdo a sus competencias Estatutarias, es una de las denominadas “pasivas”, en las que el organizador ofrece un premio preestablecido a uno de los números que serán sorteados. En esta clase de loterías, escasas ya en el mundo, se encuentran también los sorteos del Gordo de Navidad y el Niño (SELAE), y la mayoría de los sorteos de la ONCE. La recaudación por las apuestas suele incrementarse con la importancia del premio comprometido, que a su vez debería ser muy elevado para atraer a más apostantes. Como todos los contratos de juegos, y especialmente el de lotería se basan en la confianza del apostante en que el premio será pagado, normalmente las loterías “pasivas” solo han sido ofrecidas y organizadas históricamente por los Estados o sus organizaciones dependientes. Sin embargo, han caído en desuso en todo el mundo, porque el riesgo que asumen está en que no se vendan suficientes billetes o participaciones para pagar lo prometido, y no es desdeñable el riesgo de quiebra o déficit, mayor cuanto más grandes los premios, hay supuestos históricos en los que las pérdidas tuvieron que ser sufragadas por los contribuyentes quienes, a continuación, exigieron la eliminación de estas empresas lotéricas (y a veces de sus propios gestores).

En Cataluña, al igual que en otras Comunidades Autónomas españolas, existe una competencia estatutaria y legal para desarrollar y organizar toda clase de loterías y apuestas, siempre dentro de cada ámbito territorial; y hasta ahora se habían promovido varias por cuenta de la propia Generalidad, a través de un organismo público (EAJA) cuya hipotético déficit sigue estando cubierto, por ahora, indirectamente por el Estado Español, lo mismo que toda la Hacienda Catalana en su conjunto. Y es la única Comunidad Autónoma en toda España que ha desarrollado hasta ahora estos productos lotéricos, con varias modalidades de “loterías instantáneas” (tipo “rasca”), y “loterías semiactivas” (tipo “primitiva”) . Por razones y fundamentos matemáticos y técnicos estas loterías deberían carecen de riesgo para el gestor, y siempre generar beneficios, aunque hasta ahora hayan sido mínimos según las escasas cifras que se publican. Aún así, se ha dado un reciente caso en que, por un defecto técnico matemático, fue necesario abortar una de las modalidades de lotería semiactiva en 2009 (la denominada “Combi 3”), porque se concibió con riesgo de pérdida.

Perteneciendo “la Grossa” a la categoría de “loterías con riesgo para el organizador”, habría que preguntarse y preguntar cuales son los motivos y justificaciones para implantarla, que algunos identifican, por los signos distintivos y marketing utilizado, como una “Lotería patriótica”, al estilo de otras con antecedentes tan gloriosos como la que sirvió para financiar la lucha independentista de los Estados Norteamericanos respecto a la Corona Británica. Hay que descartar otros motivos, como los recaudatorios que se invocan en las justificaciones oficiales, porque esta recaudación puede resultar como veremos a continuación, simbólica o incluso nula, a no ser que el premio “le toque” a la propia Generalidad. Además, la implantación y promoción de nuevos juegos de azar a través de monopolios como el que ostenta la EAJA en este terreno, no puede sustentarse en el mero objetivo recaudatorio, o en la exacerbación de su promoción. En términos de los parámetros legales y jurisprudenciales de los juegos de azar, esta vez a la luz del Derecho de la UE, no sería factible mantener un monopolio como este.

Cifras del sorteo de la Grossa de 2013.

Debemos examinar brevemente las cifras de 2013 para comprobar el terreno en que nos movemos.

A falta de confirmación oficial, aludiré a la reglamentación que fue aprobada con respecto a los premios, donde se establece que, en un universo de 99.999 números del 1 al 99.999, habrá 3 números premiados, y que (S.E.U.O.) por el primero (la “Grossa” y sus aproximaciones) se entregarán 49.000 €, por el segundo 16.800 €, y por el tercero 7.600 €. O sea, un total de 73.400 € en cada serie de billetes de 1 €. (Orden ECO 118/2013).

Los técnicos matemáticos que sin duda habrán asesorado a la Generalidad aconsejaron una primera emisión de 30 series de billetes de todos los números (o sea, del 1 al 99.999), de valor nominal de 5 Euros cada uno, de manera que las ventas podían ascender a 15 M€, mientras que los premios ofrecidos, a 11.01 M€, asegurando en el caso de venderse todos los billetes, una ganancia matemática de 3.99M€(15 M€-11.01M€) El riesgo estaba en que no se vendieran todos, y que no hubiese suficiente recaudación para cubrir los premios, pero también los gastos necesarios para su comercialización, pues estos son abundantes, y esencialmente los siguientes:
– Comisiones a los vendedores de los billetes, que se ha cifrado en un 5% en unos casos y un variable hasta un 8% en otros, según el canal de comercialización (o sea, mínimo total de 0.75M€ por las primeras 30 series).
– Gastos publicitarios, que han sido muchos si nos atenemos a los anuncios en prensa, radio y TV que han inundado estos últimos meses los medios catalanes.
– Gastos derivados de la impresión de los billetes y su distribución, las presentaciones oficiales, los propios del sorteo, etc,.
Como al parecer fueron vendidas íntegras estas primeras 30 series, la Generalidad “se arriesgó” después con la emisión y venta de otras 30 series, por lo que el total de 60 series a la venta ascendía a billetes por importe nominal de 30 M€.

Ventas y premios reales

Según las noticias publicadas, las ventas reales finalmente han ascendido a 25.5 M€ aproximadamente, es decir, un 85% del total de la emisión; y además es importante recordar que precisamente no se vendieron 30 de las 60 series del número premiado, o sea la mitad , por lo que no se reintegraron a los apostantes al menos, 3M€ del premio de la Grossa (que es lo que en términos coloquiales se ha dicho que “tocó”, y “mucho” a la Generalidad). Pero con estas cifras inmediatamente hay que recapitular y preguntarnos:

1. ¿Cuál es la cantidad que este sorteo realmente entregó en premios, en términos porcentuales? ¿un 70% como se ha defendido? Esto no es así, porque una simple operación indica que, a grandes rasgos, el reparto de premios fue realmente como mucho del 63,4% (19.02 M€/30 M€; premios repartidos/total emitido). Es cierto que tanto SELAE como la ONCE son objeto de severas críticas precisamente por este motivo cuando esto ocurre en los sorteos nacionales (dar muchos menos premios de los que en principio se anuncian), que incluso algunos tachan como un verdadero engaño hasta el punto de haber iniciado reclamaciones judiciales en este sentido. El Reglamento de las loterías pasivas en Cataluña indica, sin embargo, que el mínimo a repartir será del 50%, por lo que no hay “estafa”.
2. ¿Cuál es la cantidad que realmente ha recaudado la Generalidad, después de pagar los premios y los gastos? ¿es, como se ha dicho, de unos 5 o 6 millones de Euros? ¿quizás mucho menos?. Esta pregunta solo puede y debe ser respondida con absoluta exactitud por la Generalidad, claro. A grosso modo, a la cifra de ventas anunciada (25,5 M €) hay que restar como mínimo 19.02 M€ en concepto de premios realmente repartidos (es decir, 22.02 M€ menos 3 M€ no repartidos en la Grossa), pero también todos los gastos ocasionados en concepto de comisiones de ventas , publicidad, organización, etc que pueden suponer una cantidad también importante. Conviene en cualquier caso que se rindan cuentas y se sepa, y mejor antes que después.
3. Por último, ¿cuánto habría recaudado la Generalidad en caso de haber recaído el número la Grossa en uno de los vendidos en todas sus series, o sea, en el de un jugador? Afortunadamente para la Generalidad (aunque no para los apostantes, claro), al menos la mitad del premio de la Grossa (3 M€) “recayó en la propia Generalidad”, cuando las probabilidades de hacerlo estaban casi en 1/6 (4,5 M€/30 M€; Billetes no vendidos/Total Billetes), algo parecido a jugar a la doble línea en la ruleta. La Generalidad se arriesgó y ganó (en términos de recaudación directa), pues de haber recaído esta “media Grossa” en alguno de los billetes vendidos, su recaudación se habría reducido sustancialmente, e incluso, la Generalidad podría habría incurrido en déficit en el sorteo. Y alguien habría tenido que dimitir probablemente.

En fin, que el azar favoreció esta vez al organizador, aunque esto no quiere decir que esta sea la norma futura, ni los apostantes pueden esperar que el organizador se quede siempre con el premio que sortea, o con la mitad. Así las cosas, serán los futuros compradores de la Grossa quienes decidan jugar o no a esta particular ruleta.

La grossa no es, sin embargo, el “timo de la estampita”: aquí todos pierden, incluso el listo y el tonto.

Con la información de que disponemos es cierto que en 2013 a la Generalidad, le “tocó mucho”. Y ya se ha visto, con las cifras que disponemos en la mano, y a falta de confirmación oficial, que con la Grossa, la Generalidad probablemente habrá tenido este año alguna recaudación positiva en términos netos; y que por el contrario la habría reducido sustancialmente de no haberle “tocado la mitad de la Grossa”. Pero …. ¿y las otras consecuencias o efectos colaterales?.

Nadie puede cuantificar, con exactitud, cuales sean las otras “consecuencias” de la apuesta de la Generalidad por esta nueva lotería. Se sabe ya por SELAE que la recaudación de la lotería Estatal del Gordo de Navidad a la que emula, disminuyó ostensible y mensurablemente en Cataluña; pues si en general, las ventas de este sorteo disminuyeron de media en España en un 4,18% respecto a las de 2012, en Cataluña lo hicieron el 8,46% Es decir, que podría imputarse a esta primera Grossa haber detraído más de un 4% de la recaudación en Cataluña del sorteo estatal del Gordo. O sea, unos 33 M€ , cifra que coincide sustancialmente con las cantidades apostadas a la lotería Catalana, y por ello afirmarse que esta cantidad es la travasada de la Lotería Nacional a la Lotería Catalana, de acuerdo con el “principio de imposibilidad de rascar más un bolsillo vacío”, el del presupuesto que dedican a juegos y apuestas los ciudadanos en casi todas las Comunidades Autónomas españolas.

Las consecuencias de estas últimas cifras son nefastas incluso para los catalanes. Como un tiro en el propio pie. No olvidemos que los ingresos netos de la Lotería estatal revierten a todas las CCAA vía Presupuestos Generales del Estado, y en términos muy genéricos puede llegar a concluirse que por cada Euro apostado en Cataluña, le corresponden y se destinan 5 Céntimos a Cataluña. Un simple cálculo estimativo nos lleva a la conclusión de que la caída de la recaudación del Gordo, precisamente la trasvasada a la Grossa, tendrá la consecuencia indirecta de reducir 10 M€ de los Presupuestos en todo el Estado, y de ellos, al menos 1.5 M€ que hubieran correspondido a Cataluña, vía prestaciones o financiación. Es decir, todos pierden incluso los catalanes.

Y claro, luego están las consecuencias y posibles trasvases “inmateriales” a la causa soberanista catalana, incuantificables, y sobre las que evidentemente no me voy a pronunciar, ni pueden medirse en términos de “bolsillo•”. No hace falta explicar mucho en este terreno de las hipótesis que, en el caso de ejercitarse esta competencia del mismo modo que en Cataluña, por parte de todas las demás CCAA al mismo tiempo, como lo permiten en teoría todos los Estatutos de Autonomía, y en la misma dinámica de “trasvase de fondos”, Loterías del Estado SA tendría grandes dificultades para mantener las rentas que percibe por el Gordo y que transfiere a los Presupuestos del Estado y que asciende, en grandes números, a casi 800 M€ anuales; pero al mismo tiempo, muchos ciudadanos deberían cubrir, vía presupuestos autonómicos los déficits de sus respectivas miniloterías. Un verdadero descalabro en este apartado de “inmaterialidades”, aunque por el lado de la causa austracista, se habría conseguido, de paso, erradicar la Lotería de los Borbones. Las consecuencias serían semejantes a una selección española de fútbol sin Xavi, Busquets, Iniesta o Piqué, por jugar en la selección catalana; pero que tampoco acudieran Casillas, Xavi Alonso, Villa, o Negredo, por jugar en sus respectivas selecciones, por poner un ejemplo. ¿Alguien cree que se ganaría un mundial?.

4 de Enero de 2014.

También publicado en AzarPlus

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