La Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha en Albacete (Sección 2ª), de 15 de Marzo de 2018 analiza las consecuencias tributarias de las pérdidas por juego, a los efectos de su inserción en el esquema tributario del I.R.P.F. de los jugadores, en un supuesto de ejercicios anteriores a la reforma acaecida en la Ley 16/2012 (con efectos desde el 1 de Enero de 2012). Hasta dicha modificación legal, la literalidad de la Ley apuntaba a que los jugadores apostantes solo debían computar aquellas partidas en las que se produjeran “ganancias”, pero no aquellas otras en las que la posición del jugador fuera “perdedora”. Y ello con independencia de que las partidas ganadoras o perdedoras se inscribieran dentro de una misma serie o sesión de partidas, una misma empresa organizadora o un mismo día, mes, o ejercicio completo. De manera que, aunque el cómputo final anual resultara en pérdidas, los jugadores debían tributar por aquellas ganancias que en realidad no habían obtenido. Tal era la “interpretación confiscatoria” que luego ha seguido la Inspección de Hacienda levantando numerosas actas.
La modificación del IRPF de 2012, que ya permite la reducción de las pérdidas, se dictó al haberse aprobado la Ley 13/2011 y comenzar a operar los juegos online, y con ella se eliminaba toda posible interpretación confiscatoria, pero se incoaron numerosas actas de inspección a base de los datos recabados de los operadores sobre apuestas y juegos de ejercicios anteriores.
El Tribunal opta por una interpretación racional de dicha norma, que bien podía haberse aclarado mediante alguna consulta vinculante previa, dada la irracionalidad y el absurdo dicha interpretación. Ya una Sentencia anterior del TSJ de Madrid venía anticipando dicho criterio más racional, avalado por la misma Exposición de Motivos de la Ley 16/2012, que justificaba la modificación de la letra de la Ley en la necesidad de “aclarar” la norma tributaria.
